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Control parental, una opción para la protección en línea de nuestros niños

La influencia que reciben nuestros hijos en edad temprana y como pre-adolescentes es sumamente importante, porque el estímulo que adquieren en este período se verá reflejado en sus actitudes y aptitudes cuando estén mayores. La comunicación y la confianza facilitará darles a entender a nuestros hijos desde pequeños, que aunque es importante cultivar en ellos una cierta independencia al momento de buscar el contenido de su preferencia, deberán ser cuidadosos en seleccionar contenido de calidad, que les permita documentarse, informarse y divertirse sanamente. Ante este propósito, es indispensable que no perdamos de vista estos factores: información, límites y vigilancia.

Los expertos solo confirman lo que ya sabemos por experiencia, que: «Los menores de 14 años no deberían acceder a las redes sociales si no cuentan con consentimiento paterno. Sin embargo, las utilizan, con o sin éste». Ante esta situación, solo nos queda claro que la solución no es prohibirles su acceso a internet, sino comenzar a informarles y advertirles lo antes posible sobre la importancia de usarlo con sentido común. Protegiendo su identidad y con la condición de una supervisión periódica para asegurar de que la configuración de la privacidad es la adecuada y sobretodo, que no están expuestos a otros peligros.

La responsabilidad de ser cuidadosos con las aplicaciones y sus permisos

Constantemente nuestros hijos e hijas se ven expuestos a descargar sus aplicaciones favoritas. En su mayoría, por fortuna, se pueden controlar los permisos y los accesos a la información que uno tiene en su dispositivo. Por ejemplo, bajo la aparente inocencia de aplicaciones relacionadas a juegos y entretenimiento, existen algunas aplicaciones que piden tener acceso a la lista de contactos o a la geolocalización. Lo más recomendable es que, si no es imprescindible, cancelar esta opción.

Las aplicaciones son, dentro de las posibilidades que ofrece internet, lo que más utilizan los niños: juegos, vídeos e incluso si se trata de los más pequeños, redes sociales. Por este motivo, conviene comprobar su fiabilidad. Algunas de ellas, descargadas desde una página web peligrosa, pueden abrir la puerta a ciberdelincuentes, suponer la suscripción a un servicio premium o devenir en un control de ubicación, documentos o información personal. Es recomendable, en este sentido, instalar los antivirus correspondientes.

Tips para una mejor protección online de nuestros niños.

1) Es importante dejar de considerar a niños y adolescentes únicamente como víctimas pasivas de los riesgos de la red y tomarlos como elementos activos, puesto que si se les informa y sensibiliza sobre el tema son capaces de identificar el riesgo y prevenirlo.  

2) Incorporarse sutilmente en su dinámica como amigos, más que como padres:

Es preciso tener claro que la vida online de nuestros hijos e hijas es cada vez más intensa y se inicia a edades más tempranas y que únicamente desde una posición próxima a la misma podemos actuar con la diligencia y acierto característicos de un padre o de una madre. Nuestros pequeños deben ser capaces de tomar y adecuar sus propias decisiones en la búsqueda del contenido que sea de su interés.

3) Cuando se trata de estar a la altura de situaciones que implican tecnología es importante romper con paradigmas y estereotipos. Es importante que dejemos de suponer que nuestros niños, niñas y adolescentes desean estar al margen de este tipo de temas, o que no pueden ser incluidos por tratarse de un tema sensible y preocupante. Como adultos debemos dirigirlos, permitirles estar al tanto y ayudarles a implicarse.

En muchas ocasiones asumimos que hijos e hijas desean mantener una relación con la tecnología al margen de los adultos de la familia y por ello no les damos la oportunidad de que compartan su vida y conocimientos digitales. Algunas veces es la propia inseguridad la que actúa de barrera y en otras, la mera comodidad.

Sin dudas el hecho de acercarnos como guías (en el caso de tener hijos/as más pequeños) o como amigos (para los hijos que ya muestran su propia independencia en el contenido que eligen), en lugar de presentarnos ante ellos como auditores, es lo que marca la diferencia para que ellos puedan abrirse y tomarnos como partícipes en la búsqueda de sus contenidos y caricaturas favoritas en internet.

¡Te invitamos a tomar en cuenta nuestros anteriores consejos y comentarnos como te va, según tu propia experiencia!